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INTRODUCCIÓN
Con el nombre de seno pilonidal se conoce la dalidad de un haz de pelos, de grosor y longitud llamativos, de una punto limitado del cuerpo. Puede ser de origen congénito o adquirido, en este último caso debido a traumas o infecciones. La zona más habitual es la región sacroccocígea, aunque también se han visto en la axila, perineo, espacio interdigital de los dedos de la mano y del pie y el ombligo. En estos casos, se prefiere el nombre de quiste pilonidal.
El seno pilonidal fue considerado inicialmente como una enfermedad congénita debida a la presencia de remanentes del segmento caudal del canal neural. Sin embargo, la observación de numerosos casos entre los conductores de jeep en la Segunda Guerra Mundial hace creer que en la mayoría de los casos el seno pilonidal se debe a traumas repetidos en la región sacroccocígea. La hipótesis mas aceptada es que la enfermedad pilonidal es el resultado de la entrada en pelo y restos celulares en los folículos produciendo una reacción inflamatoria y edema. El edema ocasiona la oclusión de la piel al aumentar el tamaño del folículo, lo que resulta en un aumento de la presión en el mismo y la dispersión de material purulente en los tejidos adyacentes ocasionando la típica reacción a cuerpos extraños. Como consecuencia, se forman múltiples microabscesos que emigran al tejido subcutáneo, los cuales a su vez forman nuevos absceso. Algunos autores señalan que la formación de un seno o quiste pilonidal tiene lugar en tres fases: fase de invasión en la que algunos pelos libres pueden encontrar una puerta de entrada en la piel, fase de inserción, y fase de dispersión en la que en la piel se forma una fisura.
Los senos pilonidales son más frecuentes en los varones en la proporción de 4:1 y se suelen presentar en individuos jóvenes, siendo muy raros a partir de los 40 años. Es de destacar que se encuentran pelos sólo en el 40-75% de los casos |
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Los senos pilonidales asintomáticos se deben remitir al cirujano para la evaluación de una posible eliminación quirúrgica del material incluído
En los pacientes que se presenten con un absceso debe llevarse a cabo un drenaje, después de una infiltración con un anestésico local y una incisión que debe llegar hasta el tejido subcutáneo. Deben eliminarse todos los pelos y detritus. En general, no son necesarios antibióticos a menos que se presente celuliltis.
Aunque se recomienda siempre una higiene meticulosa y el afeitado de las áreas próximas al quiste, en un 40% de los casos el quiste vuelve a aparecer en la misma localización.
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